El territorio

La ciudad de Roma fue fundada en una llanura pantanosa.

Sin embargo, esta era un área mala para vivir porque se consideraba poco saludable debido a la presencia de insectos que transmitían enfermedades como la malaria.

Por lo tanto, se consideró peligroso para los humanos.

Por lo tanto, las poblaciones locales habían optado por construir sus hogares y aldeas en las colinas boscosas en la orilla izquierda del Tíber.

De hecho, el río era muy importante para la agricultura porque permitía regar los campos.

También era conveniente para el transporte de personas y cosas, que se realizaba nadando o en balsas, a lo largo de un tramo navegable.

Con el nacimiento de Roma, la población se concentró en las áreas que rodean las siete colinas.

Estos fueron: el Palatino, el Capitolino, el Aventino, el Celio, el Esquilino, el Viminale y el Quirinale.