Ulises y Nausicaa
Ulises ha estado estacionado en la isla de Ogigia durante muchos años por la ninfa Calipso que lo mantiene prisionero porque lo ama.
A instancias de los dioses, Ulises abandona la isla en una balsa.
Una tormenta lo destroza en la tierra de los feacios.
Cansado y herido, se refugia detrás de un arbusto.
Aquà lo despiertan los gritos de Nausicaa, hija del rey de los feacios, que junto con sus doncellas fueron al rÃo a lavar la ropa.
Nausicaa encuentra a Ulises y lo lleva al palacio donde le cuenta sus aventuras a Alcinoo, rey de los feacios.