La leyenda

La leyenda de Roma se basa en la historia de Rómulo y Remo: dos niños abandonados dentro de una canasta llevada al monte Palatino por las aguas del río Tíber.

Afortunadamente, una loba que pasaba por el río encontró a los dos niños, se les acercó y comenzó a alimentarlos con leche y a calentarlos.

Una vez crecidos, los dos decidieron fundar una ciudad justo en la colina donde la loba los había cuidado.

Le pidieron consejo a un adivino sobre quién le daría el nombre a la ciudad y quién se convertiría en su rey.

El adivino respondió que Romulus tenía que ir al monte Palatino, mientras que Remus al monte Aventino.

Desde allí mirarían atentamente el cielo, estudiando el vuelo de las aves para comprender lo que los dioses habían decidido.

Remo fue el primero en ver una gran cantidad de pájaros: seis buitres con alas inmensas que volaron justo sobre su cabeza.

Pero poco después Romulus vio doce de ellos.

En ese momento, los gemelos comenzaron a pelear hasta que Romulus prevaleció y mató a Remus y se convirtió en el primer rey de Roma.

Rómulo gobernó sabiamente, ayudado por cien senadores.

Roma se convirtió así en la ciudad más hermosa y más grande del mundo antiguo y la capital de un inmenso imperio.